DE CUERNOS, ROSAS Y CABRONES

Mont-ral, 5/6 - 8 - 10
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DE CUERNOS, ROSAS Y CABRONES

Una tarde calurosa,
del rebaño de Faustino
- que soñaba con su moza-,
un cabrón se subió a un pino.

Era el cabrón blanco y negro,
con los cuernos retorcidos
y balaba fuertemente
con quejumbrosos gemidos.

Faustino despertó airado:
“¿ qué le pasa a este cabrón?
“¿le habrá pinchado otro cardo
la telilla del cojón?”.

Por allí pasaba Rosa,
la del sueño de Faustino;
llevaba huevos de fraile
y una botella de vino.

“¡Ay, Rosa, qué maravilla!
“Te estaba soñando ahora,
“cuando el cabrón del diablo
“me despertó en mala hora.”

“Qué mal me sabe, Faustino”,
dice la muchacha hermosa,
poniendo ojitos de gata
dulcemente mentirosa.

Pues el infeliz Faustino
ignoraba, el inocente,
que dos pinos más abajo
se agazapaba Vicente.

No era el cabrón quien gemía,
sino que eran él y Rosa
que con los huevos venia
y se les lió la cosa.

Y el pobrecillo Faustino,
al abrazar a su amada
no pensó en cabrón ni en cuernos,
sino en su Rosa galana.

Del pino bajó el cabrón
con su cornamenta osada,
como símbolo de aquellos
que no se enteran de nada.
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EL GAITERO DE LAS PEÑAS (FEROCES)
*
El cor del bosc. Peça de boix trobada al bosc, amb un cor de pedra.
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2 comentaris:

Teresa Costa-Gramunt ha dit...

La teva versatilitat literària em fa pensar en els heterònims de Pessoa...

Josep Gironès Descarrega ha dit...

La banya forma part de la nostra cultura més arrelada i no em refereixo només a les dels braus.
En el món de la parella, quan la necessitat passa per sobre de la fidelitat apareixen les banyes. Els que les porten diuen que només fan mal quan surten.